jueves, 12 de enero de 2012

Una niña pre-adolescente fue designada como ‘diosa viviente’ por los hindúes y los budistas, e hizo una rara aparición pública en Nepal durante un festival religioso.



La Kumari, es una joven vestida con un traje rojo y dorado, que es venerada por miles de personas, y es considerada  como una encarnación de la diosa Kali y sólo aparece 13 veces al año.
Como su existencia es protegida, se pasa el resto del año en un templo alejado del público, y sólo aparece en ocasiones especiales.
El último Kumari, Matina Shakya, tomó su asiento como Kumari Real en agosto de 2010 en el Katmandú.
La Kumari de Nepal es conocida como ‘la protectora del mal’  y otorga buena suerte y prosperidad.
La Kumari, que literalmente significa ‘virgen’, es una joven elegida por la comunidad budista para representar a una diosa hindú después de pasar  32 pruebas de ‘perfección’.
Se dice que  “Tienen  un cuerpo como un árbol de higuera de Bengala, la piel es sensible  y nunca  derramó una gota de sangre”.
Matina  apareció hoy ante  una multitud de espectadores que asistieron  al festival de Changu Narayan en Katmandú.
Kumaris es una gran atracción turística y  es venerada hasta que comienza a menstruar, después la regresan a la familia y eligen a una nueva.
Según la tradición Kumari, “Las  niñas  son seleccionadas de familias budistas a través de un riguroso proceso cultural convirtiéndola  en  ‘diosas vivientes’”.

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