Al menos tres muertos y 4.200 pasajeros entraron en pánico al ser evacuados cuando se hundía frente a las costas italianas.
Más de 4.000 pasajeros y tripulantes fueron rescatados ayer por la noche después de que un crucero zozobró en costas italianas, al poco tiempo de comenzar su recorrido de siete días por el Mediterráneo, y encalló en el mar por una falla eléctrica.
La cubierta comenzó a hacer agua después de golpear contra las rocas, cerca de la isla de Giglio.
Los pasajeros dijeron que “el barco había comenzado a hundirse tanto que era difícil de lanzar los botes salvavidas, mientras que otros dijeron que vieron a los turistas saltando al agua”.
Al menos tres personas fallecidas fueron recuperadas del mar, aunque estiman que hay ocho muertos. Catorce personas tienen lesiones menores.
Los pasajeros aterrorizados fueron obligados a ponerse los chalecos salvavidas y subir a los botes.
Los helicópteros lograron rescatar a unas 50 personas que estaban atrapadas dentro del crucero.
Según relató el personal del barco: “Estábamos cenando a bordo cuando oímos un ruido fuerte. Las luces se apagaron y se produjeron escenas de pánico. Fue como una escena del Titanic”.
“Estábamos todos trabajando y de repente sentimos que el barco golpea contra algo y todo comenzó a caer, los cristales se rompieron y todos empezaron a entrar en pánico y a correr”.
“Sólo podía sentir que el barco había golpeado con algo, no teníamos ni idea de lo grave que fue hasta que salimos y vimos por la ventana que el agua estaba cada vez más cerca. Todo ocurrió muy, muy rápido”.
“La primera alarma se disparó alrededor de las 10:30 pm, dos horas después de que el Concordia había comenzado su viaje desde el puerto de Civitavecchia, en ruta a su primer puerto de escala, Savona”.
Los pasajeros fueron rescatados por varios barcos de la zona y los evacuados fueron refugiados en escuelas, hoteles, y en la iglesia de la pequeña isla de Giglio, una isla vacacional cerca de 18 millas de la costa central del oeste de Italia.
Los evacuados en helicóptero fueron trasladados a Grosseto, mientras que otros, rescatados por ferries locales fueron llevados al puerto de Porto Santo Stefano en tierra firme.
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