Los bomberos, informaron esta mañana que “rescataron a un tercer sobreviviente, es el director de la nave que se encontraba en la cabina”.
Más de 4.000 personas fueron evacuadas cuando el Costa Concordia, encalló en la costa de Toscana en la noche del viernes, provocando el fallecimiento de dos turistas francesas y Tomás Alberto Costilla Mendoza, un tripulante de 49 años de nacionalidad peruana, pero hasta hoy hay 38 personas desaparecidas.
Una pareja, ambos de 29 años de Corea del Sur, que iban de Luna de Miel se habían quedado atrapados y luego de 24 horas fueron rescatados.
Los recién casados le indicaron a los bomberos que “no habían visto ni oído a más supervivientes durante las 24 horas que estuvieron atrapados”.
Mientras tanto, el capitán de la Concordia, Francesco Schettino, y el primer oficial Ciro Ambrosio fueron detenidos anoche en la estación de policía en Porto Santo Stefano en la península italiana, ya que son acusados del desastre. Los fiscales están investigando posibles cargos de homicidio múltiple y abandonar el barco mientras los pasajeros estaban en peligro.
El fiscal Francesco Verusio dijo que “la Concordia se había acercado a la pequeña isla de Giglio ‘por el camino equivocado”, mientras que otras fuentes dijeron que el capitán de 52 años de edad, de Nápoles, había abandonado el barco a la hora local 23:30, alrededor de una hora después de que llegó a un afloramiento rocoso y comenzó a sumergirse, mientras que los últimos pasajeros no fueron rescatados hasta la mañana de ayer .
Según informes de anoche “29 trabajadores filipinos que trabajaban en la cocina se encontraban atrapados”.
La lista de pasajeros no se confirmó hasta la fecha, lo que podría explicar algunos de los desaparecidos.
Entre los rescatados se encuentran 18 argentinos, incluidos 5 menores, y 46 brasileños. No se confirmó aún si iban dos pasajeros mexicanos.
El barco estaba en un crucero por el Mediterráneo a partir de la ciudad italiana de Civitavecchia con paradas programadas en Savona, Cagliari y Palermo, en Italia, Marsella en Francia, y Barcelona y Palma de Mallorca, en España.
Hubo informes de que el capitán Schettino, había estado cenando con los pasajeros cuando ocurrió el accidente, pero la tripulación del barco dijo que estaba en el puente.
El capitán Schettino dijo a los investigadores que los gráficos mostraban que estaba en aguas profundas, lo suficiente como para navegar.
Él fue citado diciendo: “La zona era segura, las aguas eran lo suficientemente profundas. La roca que provocó el accidente no estaba marcada en las cartas. En lo que a mí respecta, estábamos en aguas navegables perfectamente”.
Francesco Paolillo, un comandante de la guardia costera, dijo que “el buque chocó contra un obstáculo arrancando el lado izquierdo de la nave, que comenzó a hacer agua”.
“El capitán trató de llevar su barco hacia aguas poco profundas, cerca del puerto, para hacer más fácil la evacuación por botes salvavidas”.
“Pero cuando el capitán Schettino vio la gravedad de la situación, dio la orden de abandonar la nave con siete silbidos cortos”.
Por la mañana, nueve horas después del incidente, el Costa Concordia, estaba en un ángulo de más de 80 grados.
Los evacuados se refugiaron inicialmente en las escuelas, hoteles y una iglesia en la pequeña isla de Giglio, a unos 18 kilómetros de la costa oeste de Italia pero el Alcalde Sergio Ortelli hizo un llamamiento a los habitantes para que abran sus casas para albergar a los sobrevivientes. Por la tarde de ayer todos habían sido trasladados a tierra firme.
En una información de último momento, anuncian que encontraron dos personas más fallecidas, hasta el momento suman cinco los muertos en esta tragedia.
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