En el interior de un cuarto secreto, donde algo oscuro y terrible estuvo enterrado durante millones de años dentro de un templo de piedra antigua por fin fue movido, o al menos así nos hacen creer.
El fenómeno ’2012 ‘, como se le conoce comúnmente a sus legiones de seguidores en Internet, es diferente.
Los mayas, una civilización, sabia y avanzada que estaba en su apogeo entre 250 y 900 DC en el estado mexicano, hoy en día acapararon la atención de todos, además eran conocidos por sus observaciones astronómicas y sus conocimientos matemáticos extraordinarios.
La preocupación del público es tan alta que la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, tiene una sección para desacreditar las teorías sobre ‘el fin del mundo’ en su sitio web.
La agencia dice que “Recibió, de la gente, más de 5.000 preguntas, entre ellas, si deben matarse ellos mismos, a sus familias o a sus mascotas”.
La mayoría de los arqueólogos que estudiaron a los mayas le restaron importancia a las teorías apocalípticas, insistiendo en que el único significado terrible sobre el 21 de diciembre de 2012, estaba contenida en una tablilla de piedra encontrada en las ruinas de Tortuguero, el sur de México, en la década de 1960.
De acuerdo con una inscripción en la tablita, “un temible dios guerrero maya puede ‘descender’ desde el cielo en el día señalado”.
Hace unas semanas, los arqueólogos tuvieron que admitir que habían encontrado una segunda pieza de evidencia de 1.300 años de edad, es un fragmento de ladrillo tallado, en un templo en ruinas cerca de Comalcalco.
El ladrillo, que se conserva en una bóveda del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México tiene una inscripción en su cara, que también se refiere a la fecha.
Los científicos insisten en que no hay una amenaza grave, el legado de la antigua civilización fue simplemente mal interpretada.
La NASA insiste en su sitio web, que “Nada malo va a pasar en 2012, en la Tierra”.
“Nuestro planeta estuvo muy bien a lo largo de más de cuatro millones de años, y científicos creíbles de todo el mundo saben que ninguna amenaza está asociada con el año 2012”.
David Morrison, científico del Instituto de Astrobiología de la NASA, dijo que “había estado recibiendo cerca de diez correos electrónicos al día del público preocupado”.
“Por ejemplo, una joven de Dinamarca escribió diciendo: ‘Soy madre de una hija y otra que está por nacer. Ayer estaba pensando en matarme, junto a mi bebé que está por nacer, y mi querida hija de dos años de edad antes de diciembre de 2012 para no presenciar la destrucción de la Tierra’.
Otro, un estadounidense de 13 años de edad, escribió: ‘Estoy pensando en el suicidio. Tengo miedo… No quiero vivir más, y me merezco una explicación’.
Un tercero escribió: ‘Estoy muy asustada. Mi único amigo es mi perro. ¿Cuándo debo hacerlo dormir para que no sufra cuando la Tierra se destruya?’”.
Los expertos insisten en que los mayas simplemente hablan de un nuevo ciclo y será un motivo de celebración, no de destrucción.
Sea cual sea la verdad, cientos de libros fueron publicados sobre el tema, además de docenas de programas de televisión y películas.
Las agencias de turismo de México esperan que el fenómeno de 2012 atraerá 52 millones visitantes a la región, más del doble del número de todo el país que normalmente recibe.
Y la ciudad de Tapachula, en la frontera con Guatemala, ya comenzó con la cuenta regresiva al 21 de diciembre en un reloj digital gigante en el parque principal.
Lo que sucederá el 21 de diciembre de 2012 sigue siendo objeto de debates contradictorios en todo el mundo.
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